Las plataformas de streaming se han consolidado como un espacio clave para la publicidad digital. Con millones de usuarios conectados cada día, representan un entorno ideal para campañas segmentadas que llegan de manera precisa a diferentes públicos.
En los servicios gratuitos o con planes de bajo costo, la publicidad se integra como parte de la experiencia. Esto abre la puerta para que las marcas alcancen a audiencias jóvenes que, en gran medida, han dejado de consumir televisión tradicional.
Uno de los principales beneficios está en la personalización. A diferencia de la TV, el streaming permite orientar los anuncios según los hábitos de consumo, gustos y preferencias de cada usuario.
Además, las plataformas ofrecen la posibilidad de implementar formatos creativos, como anuncios interactivos, experiencias inmersivas o promociones exclusivas vinculadas a determinados programas o series.
Este crecimiento anticipa una transformación en la industria publicitaria: el streaming no solo complementará, sino que competirá directamente con redes sociales y buscadores como uno de los canales más relevantes para las marcas.