En México, tanto el Black Friday como el Cyber Monday se han consolidado como fechas clave para las marcas que buscan cerrar el año con fuerza. Aunque ambos eventos nacieron en Estados Unidos, el consumidor mexicano los ha adoptado rápidamente, impulsando el comercio físico y digital. Sin embargo, no generan el mismo tipo de retorno: cada uno responde a comportamientos y canales distintos dentro del ecosistema publicitario.
El Black Friday suele tener mayor alcance y reconocimiento en el país. Las campañas publicitarias de esta fecha se orientan a atraer grandes volúmenes de tráfico tanto en tiendas físicas como en plataformas digitales. Su fuerza radica en el impulso de compra por tiempo limitado y en la percepción de “ofertas imperdibles”, lo que lo convierte en un excelente momento para campañas de alto impacto y gran visibilidad.
Por su parte, el Cyber Monday se ha posicionado como una jornada más enfocada al comercio electrónico. Aunque su alcance es menor en términos de notoriedad, su público tiende a ser más decidido y digitalmente activo. Esto permite obtener un retorno más eficiente por cada peso invertido en publicidad, especialmente en marcas nativas digitales o con estrategias de venta online consolidadas.
La clave para las empresas mexicanas está en diseñar estrategias diferenciadas para cada fecha. El Black Friday puede aprovecharse para atraer nuevos clientes y limpiar inventarios, mientras que el Cyber Monday resulta ideal para fortalecer el canal digital, fidelizar usuarios y optimizar conversiones con campañas personalizadas. Un enfoque complementario puede potenciar resultados en ambos frentes.
En conclusión, Black Friday genera un retorno más amplio y masivo, mientras que Cyber Monday ofrece un rendimiento más preciso y rentable en el entorno digital. Más que elegir entre uno y otro, las marcas inteligentes combinan ambas estrategias para maximizar su presencia, optimizar presupuestos y cerrar el año con una publicidad efectiva, alineada con sus objetivos de venta y crecimiento.



